REMEDIOS
TERCER REMEDIO.
Has que tu dinero se multiplique.
Miren como sus ahorros se han vuelto abundantes desde que se disciplinaron para ahorrar una décima parte de lo que ganan. Y aunque tener ese dinero hay es agradable y genera tranquilidad a su poseedor; tenerlos ahí sin hacer nada es también inútil, pues estos no ganan nada si los tienes ahí guardados. El dinero ahorrado solo es el principio, el dinero que este ahorro haga para nosotros, forjan nuestra fortuna. Pues la riqueza no está en el dinero que lleva, sino, en el ingreso que el forma, un ingreso que mantenga su bolsillo repleto, sin importar si trabaja o viaja. Eso es lo que ustedes deben de desear, eso es lo que tú debes conseguir.
Este es el tercer remedio: Pon cada moneda a trabajar, y los ingresos de estas, hasta que fluya un chorro de dinero hacia ti.
CUARTO REMEDIO.
Protege tu dinero de posibles pérdidas.
Tu dinero debe estar resguardado con firmeza, o lo perderás. Es muy sabio empezar a resguardar pequeñas cantidades antes de tener mucho dinero. No seas ansioso, y que el deseo de hacerte rico rápidamente no sea más fuerte que tú. Y estudia cuidadosamente cada detalle de tu posible inversión, y aprovéchala con seguridad.
Por ejemplo: Un banco, antes de hacer cualquier préstamo a una persona, estudia la habilidad y reputación de él para pagar.
Y antes de invertir en cualquier cosa, familiarízate con los peligros que pueden surgir (PERO HAZLO RÁPIDO).
Y recuerda pedir consejo de personas sabias. Estos consejos pueden tener más valor que el mismo dinero.
Este es el cuarto remedio: Inviertan su capital solamente donde su tesoro esté seguro y protegido. Y sigue el consejo de hombres experimentados y que su sabiduría cuide tu dinero de los peligros.
Próximo capítulo: Quinto, sexto y séptimo remedios.
Inspirado en el libro: "El hombre más rico de Babilonia".
